En el mundo acelerado y estresante en el que vivimos, es común escuchar hablar del cortisol, conocido como «la hormona del estrés».
Este importante compuesto bioquímico desempeña varias funciones cruciales en el cuerpo humano. Sin embargo, cuando los niveles de cortisol están constantemente elevados, pueden surgir efectos negativos, incluida una posible interferencia con los esfuerzos para perder peso.
¿Qué es el cortisol y cuáles son sus funciones?
El cortisol es una hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales. Es conocido principalmente por su papel en la respuesta al estrés, pero también desempeña otras funciones importantes en el organismo.
- Regulación del estrés: El cortisol ayuda a regular la respuesta al estrés físico y emocional. Cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes, el cuerpo libera cortisol para proporcionar energía adicional, aumentar la atención y la concentración, y suprimir temporalmente funciones no esenciales, como el sistema inmunológico y la digestión.
- Metabolismo de los carbohidratos: El cortisol también juega un papel crucial en el metabolismo de los carbohidratos. Ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre al aumentar la disponibilidad de glucosa, estimulando la gluconeogénesis (producción de glucosa a partir de otras fuentes, como proteínas y grasas) y disminuyendo la utilización de glucosa por los tejidos periféricos.
- Inmunidad y respuesta inflamatoria: El cortisol actúa como un potente antiinflamatorio y suprime la respuesta inflamatoria en el cuerpo. También juega un papel en la regulación del sistema inmunológico, ayudando a mantener un equilibrio adecuado entre la inflamación y la respuesta inmunitaria.
¿Qué sucede si tengo niveles elevados de cortisol?
Si bien el cortisol es esencial para la supervivencia y el funcionamiento normal del cuerpo, tener niveles crónicamente elevados puede tener efectos negativos en la salud.
- Aumento del apetito y antojos: El cortisol puede influir en el apetito y los antojos, especialmente de alimentos ricos en grasas y azúcares. Esto se debe a que el cortisol estimula la liberación de insulina, que a su vez puede provocar un descenso en los niveles de azúcar en sangre y aumentar la sensación de hambre.
- Acumulación de grasa abdominal: El exceso de cortisol se ha asociado con un aumento en la acumulación de grasa en la región abdominal. Esto se debe a que el cortisol puede desencadenar la liberación de ácidos grasos de los tejidos periféricos y su almacenamiento en el tejido adiposo abdominal, lo que lleva a la llamada «grasa visceral».
¿Qué relación hay entre el cortisol alto y la pérdida de peso?
Cuando estamos bajo estrés, el cuerpo libera cortisol, lo que puede aumentar el apetito y llevarnos a comer en exceso. Además, el cortisol puede desacelerar el metabolismo, lo que dificulta la pérdida de peso.
La reducción del estrés y la disminución de los niveles de cortisol pueden ser útiles para conseguir perder peso. Algunas estrategias para reducir el estrés incluyen la práctica de técnicas de relajación como la meditación o el yoga, el ejercicio regular y la terapia cognitivo-conductual.
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