El verano es la época del año en la que muchos de nosotros ansiamos disfrutar del sol, la playa y la piscina. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la seguridad alimentaria no debe descuidarse durante esta temporada. El calor y las condiciones propias de estos entornos pueden representar riesgos para la salud si no tomamos las precauciones adecuadas.
En este artículo, exploraremos algunas pautas esenciales para garantizar una experiencia veraniega segura y sin preocupaciones en cuanto a la comida y bebida.
1. Mantén los alimentos frescos
El calor del verano puede favorecer el rápido crecimiento de bacterias en los alimentos, lo que puede causar enfermedades transmitidas por alimentos. Al ir a la playa o la piscina, es fundamental llevar alimentos y bebidas frescas en una nevera portátil con hielo o acumuladores de frío. Evita dejar los alimentos expuestos al sol durante mucho tiempo y procura consumirlos lo antes posible. Además, asegúrate de que los alimentos estén correctamente sellados para evitar la contaminación cruzada.
2. Prepara alimentos seguros
Cuando planifiques un día en la playa o la piscina, opta por alimentos que sean fáciles de transportar y de consumir en condiciones seguras. Las frutas y verduras cortadas en porciones pequeñas, los sándwiches, las ensaladas con aderezos en recipientes separados y los frutos secos son opciones seguras y convenientes. Evita los alimentos perecederos que requieran refrigeración prolongada o que sean propensos a descomponerse fácilmente.
3. Lava tus manos y utensilios
Antes de preparar o consumir cualquier alimento, asegúrate de lavarte bien las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Si no tienes acceso a agua y jabón, utiliza desinfectante de manos a base de alcohol. Lleva contigo toallitas desinfectantes para limpiar los utensilios que utilizarás para manipular los alimentos. La higiene adecuada es clave para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.
4. Evita el contacto entre alimentos crudos y cocidos
Es esencial evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos para prevenir enfermedades. Si llevas carne o pollo crudo para hacer barbacoas en la playa o la piscina, asegúrate de que esté correctamente envuelto y separado de otros alimentos. Utiliza utensilios y platos diferentes para manipular y servir los alimentos crudos y los cocidos. Cocina la carne a la temperatura adecuada para garantizar su seguridad.
5. Hidratación adecuada
El calor del verano y la exposición al sol pueden provocar deshidratación. Asegúrate de llevar suficiente agua potable para mantenerte hidratado durante tu tiempo en la playa o la piscina.
Evita bebidas azucaradas y alcohólicas en exceso, ya que pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Siempre es recomendable llevar una botella de agua reutilizable y rellenarla con agua potable cuando sea necesario.
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